miércoles, 28 de marzo de 2012

RESTAURANTE LOS CANTEROS

Todos hemos oído hablar de la Ternera Avileña, con una fama muy bien ganada. Pero esto pasa como en todas las cosas, que luego no todo lo que dan como Ternera Avileña, es Ternera Avileña, o al menos, no la de mayor calidad.

 Siempre he gustado de ir a Ávila a comer una buena carne. El sitio que más me gustaba, era El Rancho, situado en la carretera que nos lleva a Sonsoles desde Ávila. Pero este lugar, en mi modesta opinión, ha decaído bastante en los últimos años y ya no es un referente. Sí lo puede ser la Venta Rasquilla, pero está situada un poco lejana a la capital abulense. Y podría serlo El Pórtico, aunque creo que el restaurante que trataremos hoy le supera en calidad y en precio.

  El restaurante Los Canteros está situado en la población de Mingorría, a menos de 10 minutos del centro de Ávila. Es de construcción reciente y conjuga bien la modernidad en una parte de la decoración, con la exposición de objetos de labranza antiguos rehabilitados. Muy típico de los restaurantes de ahora. Consta de una sola sala, el comedor, aunque en ella se encuentra una pequeña barra que no suele estar operativa a la hora de las comidas (no sé en otros ratos). La capacidad del comedor podría rondar los 80 comensales y lo que más llama la atención en él, es la gran parrilla donde hacer las carnes. Por poner un pequeño pero (pequeño), quizá hay poca iluminación.

 Muchas cosas hay que probar en Los Canteros, así que tendréis que repetir día o reventar. Primera especialidad de la casa: los pucheros hechos a fuego lento durante 24 horas. Son de encargo para un mínimo de 2 personas, aunque suelen tener alguno siempre como plato del día. Solo con el nombre alimenta: de Judías del Barco, de Cocido, de Garbanzos con Manitas de Cordero o de Sopa Castellana. Otra especialidad, los arroces hechos a fuego de leña: Arroz con Pichones al estilo de mi Abuela, Paella con Mucho sabor a Mar o el Arroz con conejo de Monte. Más especialidades, los asados: de cordero, de cochinillo o cabrito. Aunque no los hemos probado, el último día había una mesa de 12 que se estaban comiendo un par de cabritos y solo con oírlos, sabíamos que el cabrito los estaba sentando de muerte. No queda aquí la cosa en el tema de las especialidades, porque la mejor la dejábamos para el final: la Ternera Avileña a la brasa, que precisamente es lo que fuimos buscando nuestra última vez. Son todo ventajas el comer aquí la carne, ya que puedes elegir entre el Lomo Alto o Chuletón o el Lomo Bajo o Entrecot, pero como es al peso el tamaño lo pones tú. El dueño sale, te invita a que te acerques a la gran parrilla que preside el comedor, te enseña las dos piezas de carne y te pregunta de cuál prefieres y que peso aproximado. Puedes verlo como lo corta e incluso lo pesa, además de estar continuamente viendo como se hace en la parrilla. Esto es una ventaja muy grande porque, por ejemplo yo, me gusta el Lomo Bajo pero que sea gordo, pero no hay problema si te gusta de otra forma porque siempre lo eliges tu a tu gusto. Además, el punto que le dieron fue perfecto para mi gusto, una carne hecha por fuera y bien caliente, que por dentro está casi cruda pero sin estarlo, jeje. No sé cómo explicarlo, simplemente estaba perfecta. Éstas son las especialidades, muchas y muy buenas, pero aquí no acaba la carta, ya que tiene de todo: platos típicos como la tabla de orza con patata revolcona (lomo, chorizo y torrezno), el revuelto de trigueros y gambas con jamón, la tabla de quesos (semicurado, curado y cabrales), un buen jamón ibérico, pulpo a la brasa, gambones….

 En definitiva, un lugar donde comer bien y a un muy buen precio. Creo que éste sitio, si estuviera en una capital (pongamos Ávila) y en una época económica buena, habría que pedir mesa por encargo con un mes de antelación. Buen trato al cliente, buena calidad en sus productos, gran elaboración y precio ajustado. ¿Qué más se puede pedir? Yo creo que es muy recomendable.

 Nuestro último homenaje fue:
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-  Aperitivo de riñoncitos en salsa de calabaza (invitación de la casa)
-       - Surtido de Croquetas (Jamón, Marisco/Boletus y Queso de Cabra)
-       - Chipirones a la romana
-       - 2 Entrecots de medio kilo cada uno (1,1 kilos en total)
-       - 4 Jarras de cerveza (San Miguel 1516)
-       - 2 Sorbetes de Manzana Verde
-       - 2 Cafés
-       - 4 Chupitos de hierbas (invitación de la casa)
-       - Total: 80 euros    

miércoles, 7 de marzo de 2012

Bienvenidos tragoncetes y tragaldabas !!!

Todo empezó así: un lunes 28 de diciembre; un grupito de amigos que quedan para comer y celebrar las fiestas de Navidad; de comida, plato único: patatas guisadas con setas ( de cardo, por supuesto ); nada especial, nada del otro mundo, pero estaban exquisitas. Después, sobremesa, charla, partida de mus, unos chupitos, chistes y buen rollo.


A partir de ese día, la cosa se enreda y cualquier excusa es buena para repetir. Y de ahí sale esta idea: crear un blog de todos aquellos bares y restaurantes en los que alguno de nosotros ha comido o tapeado, para que nos sirvan de referente y no los echemos en olvido.


En este blog no se va a hacer una crítica gastronómica estrictamente dicha, ni se va a hablar de restaurantes donde por cuatro pijadas te dejas un cuarto de sueldo, ni qué lujo y qué bien decorados están, ni cosas así.... En los sitios que aquí detallemos se come bien, y punto. Unas veces serán raciones, otras de cañeo con tapas, otras de carta, otras de menú del día, pero todas tendrán un punto en común: qué rico está todo.


Bares, mesones, taperías, restaurantes, furanchos, tascas, ventas, bodegas, pulperías, restaurantes de carretera, asadores, etc. Todos tendrán cabida en esta página.
Esperamos que os sirva y que disfrutéis de ellos como nosotros hemos disfrutado.


Ah, y se aceptan sugerencias por vuestra parte, para que así dispongamos de otra excusa para reunirnos mi grupo de amigos.

martes, 6 de marzo de 2012

RESTAURANTE MARINO




Como ya dije en otro post, soy asiduo a visitar la costa levantina de Alicante. Recuerdo como mis padres me cuentan, siempre que voy con ellos por allí, como pasé mis primeras vacaciones en Guardamar del Segura cuando contaba solo con 14 días de vida, tras un viaje en un Citroën GS de más de 8 horas y acompañado de 5 ocupantes más. Burradas que se hacían antes, cuando los hombres éramos hombres (y nos tocaba demostrarlo al poco de nacer). Después de Guardamar, vino Torrevieja, San Juan, Los Arenales del Sol, Gandía, Cullera, Denia, Santa Pola y Calpe. Algunos solo una vez y otros repitiendo varias veces.

 Unas ocasiones, los viajes han sido de noche, otras de día, unas veces solo en mi coche, las más yendo varios coches llenos y juntos. Viajes de fin de semana, muchos con salida el lunes hasta el jueves siguiente, en ocasiones cogiendo el peaje, las menos subiendo el puerto de Guadarrama, primero por la autovía de Ocaña, luego por la A-3 y ahora por la AP-36. He viajado en un Citroën GS, en un AX, en un Seat Ibiza I, en una Renault Express, en un Opel Corsa, un Astra, un Nissan Almera, un Alfa 147, un Mercedes C180 y en un BMW 525. Cada viaje ha sido distinto al anterior, pero todos han tenido una cosa en común: parada en el Marino.

 El restaurante Marino se encuentra en la autovía A-3, en el kilometro 168, en la localidad de Honrubia, perteneciente a la provincia de Cuenca. Es un área de servicio de gran afluencia de vehículos, especialmente los fines de semana y puentes y durante el verano. No es un restaurante que tenga una especialidad que no se pueda dejar de probar, simplemente la especialidad de la casa es la calidad de sus productos y el buen trato al cliente. Hemos parado a desayunar un café con algún dulce de bollería; a comer un menú del día; a cenar un bocadillo (nada de prefabricados, la estrella es el de panceta  a la brasa) o a picar algo de madrugada. Son muchas experiencias en éste bar y todas buenas. Amplio aparcamiento, tienda de comestibles y productos típicos, 24 horas, trato personalizado, nada de autoservice que se ha puesto de moda en los áreas de servicios. Aquí se viene para hacer un alto en el camino y coger fuerzas para el resto del viaje, que curiosamente, a nosotros se nos cumplía aquí el ecuador.

 Lo dicho: no es un sitio para ir de proceso, pero si un lugar que visitar si te pilla de paso y debes hacer un alto en el camino.