jueves, 9 de junio de 2011

Bar Manolo

Dicen que el dinero no está reñido con la felicidad (aunque tampoco molesta, bien es verdad). Si esa frase la tuviéramos que aplicar a alguno de nuestros sitios gastronómicos favoritos, quizá quien mejor la defina sea el Bar Manolo, en Guadarrama.
Guadarrama es un punto estratégico en nuestros viajes a Madrid. Ganó fama hace años por sus buenos restaurantes y, especialmente, diría que bares de raciones y cosas de pinchar. Siempre ha sido para nosotros una parada asidua en nuestras vueltas de la capital, en sitios como el Restaurante Sala, el Asador de Esther o el Alto del León. Seguro que próximamente haremos post con éstos restaurantes, pero primero vamos a empezar con el, para mí, mejor bar de Guadarrama.
El Bar Manolo está situado en la Calle Escoriales, número 7, en Guadarrama. Es fácil llegar; desde la autovía coges la salida Guadarrama-El Escorial hacia Guadarrama, todo de frente cruzas el campo de fútbol y la piscina cubierta hasta 50 metros antes de la rotonda donde nace la carretera de Madrid y Los Molinos, quedando el restaurante a mano izquierda. Si entras al pueblo por la antigua nacional (por el puerto), llegaras a la misma rotonda y deberás coger dirección El Escorial, aparcando en cuanto puedas.
El Bar Manolo es un restaurante de cocina tradicional, donde igual podemos comernos un buen menú, unas raciones o degustar la carta. Guarda un gran tesoro en su cocina: el mejor guiso de caracoles del mundo. Pese a ser una comida que da cierto “repelús” a quién no la ha probado, todos nuestros acompañantes han terminado ensalzando este plato. Para recomendarlos, de verdad. Nosotros casi siempre solemos comer (más, cenar) de raciones, normalmente a una por cabeza: mollejas de cordero al ajillo, callos a la madrileña, patatas fritas 4 salsas, gambas al ajillo, pinchos morunos…. Como veis, nada de mariconadas pijas de otros sitios; platos tradicionales con una excelente materia prima que mejora después de pasar por las manos y los fuegos de Manolo. Y si te quedas con hambre, tiene una estupenda carne roja a la brasa, que la sirve troceada, mejor para compartir. 
Trato muy familiar y buena atención, suelen invitar a un chupito siempre. Y, aunque no es lo mejor, porque si fuese caro también lo recomendaríamos, es un sitio muy económico, no tengáis miedo de pedir. Un ejemplo, nuestra última visita de 4 tragoncetes: 6 jarritas pequeñas de cerveza, 4 raciones (calamares, sepia, caracoles y patatas 4 salsas), pan, 2 postres caseros (también muy buenos) y 4 cafés, con un chupito de invitación para cada uno. Total: 48 euros, 12 por persona.  
Como decía el anuncio de una marca de pipas, creo que nadie debería irse de éste mundo sin haber probado los caracoles del Bar Manolo.
Por cierto, si veis a Manolo que va a echarse un cigarrito a la puerta del local, salir con él a charlar, es un tío muy cómico y seguro que pasáis un buen rato.

1 comentario:

  1. Que gran recomendacion, sin duda, mejor que otras pijotadas. He ido y el calamar me encanto

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